Mi amante y mi marido...

Bueno, está mad**gada me había reencontrado con una amiga del chat y bajé como de costumbre a prepararle el desayuno a mi marido y mientras él llegaba, estuve conversando por chat y mi bellaquera estaba por las nubes y compartíamos lo mucho que nos extrañabamos y la falta mutua que nos hacíamos. En eso entró mi marido y notó lo excitadísima que me hallaba. Yo siempre me acicalo para que me vea regia para él. Fumando y conversando con mi amiga , él se me acercó por detrás y me besó el cuello, mi alma se derritió dentro de mí y me bajó el diminuto short y me pegó tremenda nalgada y me dijo que quería ver con quién chateaba,y le mostré el celular y al ver quién era mi amiga se enardeció y me exigió que siguiera conversando con ella mientras el me clavaba su verga recién bañada. Yo con mi voluntad hecha mierda, accedí y me acomodé en cuatro patas y el hijo de puta echándome un salivón en el culo,me colocó la cabeza de su pinga y entró en mí y con cada embestida el celular se me zafaba de las manos. Al fin, puse el celular en la mesa y aún así al tratar de escribir los dedos se movían y tuve que corregir el mensaje varias veces. Su verga estaba tan dura y la cabeza tan caliente que mi culito se contraía y era como si se lo mamara con mi huequito glorioso. Mi macho había perdido la voluntad y ahora era preso de mi lujuria y era yo quién empujando hacia atrás lo manejaba a mi antojo. Le dí un click a las fotos de mi amiga y se las mostré. Mi marido se enardeció y decía que yo era ella, yo sonreía y el gritando el nombre de ella, me insultaba, haciendo que yo explotara de placer al sentir un chorro de semen en mi rellenado culito. Puta tetona, pendeja, cabrona, eres mía al igual que Sharon. Yo loca de placer me agarré la pinga y me hice una paja intensa hasta que un volcán de mis líquidos íntimos cayó en el piso y el muy cabrón, me obligó a lamer mi propia leche. Uuummm, Uuummm, Uuummm, slurp, slurp, dejé las losetas limpias con mi lengua. Ya sin fuerzas, se separó y me viré y se la chupé hasta dejarlo brillante. Me incorporé para servirle el desayuno y prendí un cigarrillo y de momento se me escapó un peo que expulsó parte de la leche que tenía en mi culito. El short que llevaba, denunció lo sucedido y marcó un círculo exacto en el área. Desayunamos, lo ayudé a vestir y lo acompañé al carro y lo despedí con un beso, echándole la bendición, ví hasta que se alejó. Mi amiga me acompañó ,hasta que tuvo que irse a trabajar. Yo por mi parte fuí a llevar a mi hija a su lugar de trabajo y regresé para atender a mi nuera y a mi novia.